Historia
• UN VIAJE A TRAVÉS DEL TIEMPO •
La Primera Mención Documental
Data del año 1614 cuando se le otorga merced a doña Inés Soto para un cañaveral en las tierras que habían de conformar posteriormente a la Hacienda San Gaspar.
Ingenio Azucarero
El ingenio se establece antes de 1740, pues en esta fecha lo adquiere el alférez José del Palacio, quien a pesar de haber incursionado en la industria azucarera accidentalmente, pues sin desearlo se queda con un trapiche cerca de Xochitepec, al no poder pagar su dueño la deuda contraída, llega a ser el más importante industrial del ramo en el curso del siglo XVIII.
Este empresario adiciona a San Gaspar las tierras de Santa Rosa Asesentla, con su importante concesión de agua y las del pequeño “zangarro”, nombre que se le daba a un trapiche muy modesto, probablemente de aquí se ha derivado la palabra “changarro” que hoy se utiliza para designar a un negocio chico, de la Toma de la Rueda, llevándose la maquinaria de ambas fábricas a San Gaspar, que de esta manera procesa la caña de las mejores tierras de la vega de Jiutepec.
En 1786 don esteban de la Riva Palacios era su propietario y lo arrienda a don Tomás González de la Huerta, por siete años en $3,555 pesos por año.
Legado Histórico
Para 1845 administraba la hacienda don Francisco Obregón, de quien se dice era abuelo del general Álvaro Obregón y al mismo tiempo abuelo también, por conducto de un hijo natural que tuvo con una mujer india del pueblo de Santa María, de las mujeres que traían a vender leña a la hacienda, del temible general Genoveno de la O, uno de los lugartenientes de Zapata y efímero gobernador del estado en los años de la revolución.
De Mano En Mano
Don Ramón Portillo y Gómez, que tenía la hacienda de “ El Puente”, fue dueño de San Gaspar por corto tiempo, quedándoselo después la empresa Béistegui y Cía. Para entonces ya integrado al grupo de Chiconcuac, Dolores y San Vicente, vendérlo al yerno de don Benito Juárez, el rico español Don Delfín Sánchez. En esta época se concentraba la molienda de la caña en san Vicente, y San Gaspar pasa a ser un anexo.
Don Ramón Portillo y Gómez, que tenía la hacienda de “ El Puente”, fue dueño de San Gaspar por corto tiempo, quedándoselo después la empresa Béistegui y Cía. Para entonces ya integrado al grupo de Chiconcuac, Dolores y San Vicente, venderlo al yerno de don Benito Juárez, el rico español Don Delfín Sánchez. En esta época se concentraba la molienda de la caña en san Vicente, y San Gaspar pasa a ser un anexo.
A la muerte de don Delfín, hereda las propiedades su hija Isabel Sánchez Juárez, casada con don Ramón Corona quien al residir en Guadalajara, venía en un lujoso vagón especial de ferrocarril que llegaba los sábados, cada quince días y permanecía hasta el martes siguiente en que era vuelto a enganchar para hacer el viaje de regresos.
Las tierras de esta hacienda, al estar incorporadas a la de San Vicente, se repartieron junto con aquella, restándole a este casco una considerable superficie de 1,375 hectáreas y al haber sido incautada por la Caja de Préstamos para Obras de Irrigación y Fomento de la Agricultura, S. A. fue vendida en marzo de 1927 al general Francisco Serrano, quien fue muerto en la carretera Cuernavaca-México en ese episodio conocido como la “tragedia de Huitzilac”.
El casco permaneció abandonado algunos años, posteriormente fue adquirido y habilitado como casa de descanso por don Hugo Beckman, entonces director de Teléfonos de México; hace poco tiempo lo adquirió la inmobiliaria que hizo el campo de Golf y el fraccionamiento, quedando el casco semiabandonado.
Se puede admirar todavía con claridad la llegada del agua por su acueducto hasta el cárcamo de la rueda, el trapiche sin techo y otras ruinas de la fábrica, la casa está en buen estado, aunque algo modificada, algunos otros salones y dependencias y la barda perimetral en perfectas condiciones.